La importancia de los valores

Esta es la historia de un precioso velero, el más bello del lugar. Cada día de verano, el velero navegaba junto a la costa, luciendo sus majestuosas velas al sol y un precioso timón dorado. A su paso, causaba admiración. Pronto llegó el otoño, y el viento comenzó a ser más fuerte. El velero navegaba rápido y majestuoso pero a cada golpe de las olas, el velero se tambaleaba. Con maestría, rectificaba su rumbo y seguía adelante.
Casi por sorpresa entró el invierno y con él, las primeras tormentas. Un día, sin que el velero se lo esperara, el cielo se volvió gris, el viento comenzó a soplar más y más fuerte, y el mar, embravecido, rugía con fuerza. Todos los barcos del lugar acudieron al puerto para esperar, amarrados, a que pasara la tormenta. El velero se dirigió hacia el puerto y, una vez allí, buscó su cabo de amarre. Buscó y buscó por todo el barco pero no lo encontró. Un barco pequeño, desde su refugio en el puerto, le gritó: “Busca en la bodega, allí encontrarás un ancla!” El velero siguió su consejo, y en el fondo de su bodega encontró una caja, llena de polvo y telarañas, con un rótulo que decía “Valores”. El velero, esperanzado, abrió la caja………pero estaba vacía. En ese momento recordó aquel día en que vendió su ancla por un timón dorado. Al fin y al cabo, nunca la había necesitado y el timón dorado reluciría en su cubierta.
El velero se fue alejando hacia mar adentro, arrastrado por la corriente y las olas. Nunca más se volvió a saber de aquel bello velero. Cuentan los marineros que una gran ola se lo tragó y desde entonces se arrastra vagando por las profundidades del océano.

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