Sin darnos apenas cuenta vamos llenando nuestra propia vida de pensamientos inservibles, de obstáculos imaginarios que nos hacen tropezar a cada paso. ¿Y qué hacemos con ellos? Nada. Los apartamos con un pie para que al momento sigan amontonándose en nuestro camino.
Y sin embargo, guardamos hace tiempo algunos objetos de valor que han ido llenándose de polvo y telarañas esperando que volviéramos a acordarnos de ellos. Una alegría, un impulso, un momento de coraje,…, pequeñas cosas que fueron valiosas hace tiempo y que quedaron olvidadas en algún cajón.
Es tiempo de hacer la “limpieza de primavera”, tiempo de sacudirte, de quitarte de encima todo aquello que te ha limitado hasta ahora y de buscar bajo las alfombras aquellas herramientas olvidadas que te ayuden a conseguir lo que quieres.