Cuando navegas en un pantano rodeado de montañas, hay ocasiones en las que antes de llegar una racha fuerte de viento se crea una especie de vacío.
Son momentos de confusión en los que parece que el viento viene por el lado contrario al que finalmente llega. En estos momentos, si estás regateando, una adecuada toma de decisiones resulta fundamental ya que la precipitación en la decisión te llevaría a tener que realizar dos maniobras con el barco, con la consiguiente pérdida de tiempo. En otras ocasiones, sin embargo, la racha viene directa y la mejor opción es la de anticiparse y maniobrar rápidamente para buscar el viento.
Distinguir estas dos situaciones es algo que normalmente se hace a base de horas de experiencia, de aciertos y errores en las decisiones tomadas.
Indudablemente es el entrenador el que puede transmitir estos conocimientos y experiencia. Pero es el coach el que, con sus preguntas, puede ayudar al entrenador a definir claramente los elementos a los que el regatista debe prestar atención para distinguir estas dos situaciones y a que encuentre la mejor manera de transmitírselo. Pero además puede ayudar al deportista a anticipar los obstáculos que pueden producirse para esta toma de decisiones en momentos de competición y a que decida la mejor manera de solventarlos. Es así como el trabajo del entrenador y del coach se complementan en este ámbito para conseguir una mejora en el rendimiento de los deportistas.
De igual forma, en nuestro día a día, también nos encontraremos con situaciones de «vacío de viento», de confusión, en las que el coach podrá ayudarnos a ordenar nuestras ideas para que podamos tomar nuestras propias decisiones de manera más consciente y responsable. Si sientes que tu barco se encuentra en un «vacío de viento», no lo dudes, Pon un coach en tu vida.