Nadando en la oscuridad

Me gusta nadar bajo las estrellas, cuando a través del silencio puedo escuchar el sonido del agua en cada brazada. A lo lejos, una moto pasa rápida, casi imperceptible. Alguien está recogiendo los platos de una agradable cena en familia, y el sonido de los grillos comienza a volverse ensordecedor. Entonces vuelvo a concentrarme en el sonido del agua y en mi respiración, siguiendo un mismo ritmo, como si formaran parte de la misma canción. Siento el tacto suave de las ondas al nadar y la caricia de una pequeña ráfaga de viento en mi cara. Y sigo nadando, disfrutando de cada brazada. Así es como me gusta nadar.

Michael Phelps, ganador de 16 medallas olímpicas (hasta el momento), nada a oscuras. Usa unas gafas pintadas de negro para obligarse a sentir cada brazada, a desarrollar su intuición para saber cuándo dar cada giro. Es una técnica de entrenamiento que utiliza para que no pueda haber ningún imprevisto con sus gafas que pueda distraerle en una competición. Michael tiene muy claro cuál es su objetivo, y trabaja cada día para conseguirlo.

Vivir cada instante en toda su intensidad, disfrutando de cada pequeño detalle, es algo que pocas veces hacemos. A mí, esa forma de nadar me proporciona el espacio necesario para reflexionar acerca de mis propios objetivos.

Tú también puedes establecer tus propias metas y comenzar a dar los pasos que te llevarán a lograrlas. Si quieres conseguir la mejor versión de ti mismo para alcanzarlas, pon un COACH en tu vida.

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