Nos encontramos en la recta final del curso escolar. Queda poco para que terminen las clases, pero aún estamos a tiempo de ayudar a nuestros alumnos a que alcancen sus objetivos (¿se habían propuesto alguno?) o a que sean capaces de marcarse un nuevo objetivo de cara a estos últimos meses.
Fijarse un objetivo a principio de curso es la mejor manera de aprovechar cada una de las oportunidades que proporciona el año escolar para seguir mejorando. Sin embargo, si no lo hicieron en su momento, ahora es la oportunidad. ¿Quieres ayudarles?
Por supuesto, no vale sólo con preguntarles “¿Qué quieres conseguir de aquí a final de curso?” Será necesario que, con nuestras preguntas, les ayudemos a que consigan definir un objetivo adecuado. Recuérdales que “no hablamos de sueños, hablamos de objetivos”.
Aquí te dejo algunas ideas para que ayudes a tus alumnos a definir y lograr sus objetivos. Para ello, tendrán que seguir estos pasos:
1) Que realmente quieras mejorar.
Parece algo obvio pero… ¿cuántas veces se ponen objetivos porque es lo que “se supone que deben hacer” pero sin una intención real de alcanzarlos?
Alcanzar un objetivo implica realizar un esfuerzo. ¿Hasta qué punto estás dispuesto a trabajar para lograrlo? ¿Cómo te sentirás cuando lo consigas?
2) Fíjate en todo lo que YA haces bien.
Seguro que tienen una idea bastante aproximada de todo aquello que necesitan mejorar pero… ¿saben lo que hacen bien? ¿Qué les ha funcionado hasta ahora? ¿Cuáles son sus puntos fuertes?
Es importante partir de aquello que ya hacemos bien para seguir potenciándolo, de manera que constituyan nuestros cimientos para seguir construyendo a partir de ellos.
3) Concreta tu objetivo y escríbelo.
Ayúdales a que concreten su objetivo. Cuanto más concreto sea, más fácil será de alcanzar. Objetivos como “quiero mejorar en mis estudios” son demasiado generales. ¿Qué significa para ti mejorar? ¿Qué quieres mejorar en concreto? ¿En qué asignatura?
Una vez concretado, escribirlo es la mejor manera de comenzar a comprometerse con el objetivo. Ya sabes lo de “las palabras se las lleva el viento” o “donde dije digo, digo Diego”.
4) Establece una manera de medir tus avances.
¿Cómo sabrán si están avanzando hacia el objetivo? ¿Qué indicadores pueden encontrar para saber si van por el buen camino? En el caso de las notas finales, seguramente los ejercicios de clase y los exámenes parciales pueden ser buenos indicadores para saber si se está avanzando hacia la dirección adecuada. Vuestro feedback también será importante. ¿Qué necesitan saber? ¿Cómo lo sabrán?
5) Señala una fecha para cumplirlo.
Cualquier objetivo debe tener una fecha concreta de realización final. Si no lo hacemos, lo más probable es que ante la primera dificultad comencemos a aplazar el objetivo, de manera que todo quede en una simple “intención”.
6) Sé realista y, si es necesario, ajusta tu objetivo.
Los objetivos deben ser realistas, es decir, que alcanzarlos esté dentro de sus posibilidades. Muchos alumnos fracasan en sus objetivos porque se plantean objetivos demasiado difíciles. Cuando los alumnos se plantean un objetivo demasiado complicado de alcanzar, pronto se darán cuenta de que hagan lo que hagan no serán capaces de lograrlo. Esto provocará desánimo, apatía, y acabarán abandonando el objetivo.
Por otro lado, tampoco debemos dejarles que se planteen un objetivo demasiado fácil, ya que perderían todo el interés por el mismo. Lograr un objetivo demasiado fácil no proporciona ninguna satisfacción.
Asegúrate de que sus objetivos sean realistas, que puedan alcanzarlos, pero que para ello tengan que realizar un esfuerzo. Así mejorará la motivación hacia su logro.
¿Cómo es tu objetivo? ¿Es realista?
7) Comprueba que conseguir tu objetivo sólo dependa de ti.
Cuando la consecución de los objetivos depende de factores externos, la responsabilidad de lograrlos se diluye. De esta manera, explicaciones como “tengo mala suerte” o “me tienen manía” tendrán cabida en caso de que no logren alcanzarlos.
¿De quién depende tu objetivo? ¿Qué parte del objetivo depende de ti? ¿Cómo podrías redefinir tu objetivo de manera que se eliminaran los factores externos?
8) Divide tu meta en pequeñas etapas.
Ir poco a poco les ayudará a poder alcanzar su meta.
Los objetivos de resultado como puede ser obtener una determinada nota en una asignatura se pueden descomponer en pequeños objetivos de tarea (aspectos concretos que debe ir mejorando para finalmente obtener esa nota). Poder ir focalizándose en lograr estas pequeñas metas a más corto plazo, bien definidas, y que dependan de sí mismos, les ayudará a sentir que van tomando más control sobre la consecución de su objetivo. Además, ir consiguiendo pequeños logros fortalecerá su autoestima y mejorará su motivación.
Para lograr tu objetivo, ¿cuál sería el primer paso? ¿Qué más tendrías que hacer para lograrlo?
9) Ten en cuenta que puede haber dificultades y ten previsto el “plan B”.
Debemos ayudarles a que tengan previstos los posibles inconvenientes que pueden surgir durante el camino. Hay muchos imprevistos que, si logramos tenerlos en cuenta antes de que puedan ocurrir, no supondrán un problema para poder llegar al objetivo.
¿Qué dificultades te puedes encontrar? ¿Qué harás en ese caso?
10) Busca aliados que puedan ayudarte.
Recuérdales que no están solos. Vosotros, el equipo docente, estáis para acompañarles en ese camino hacia su objetivo. Pero, además, seguramente podrán encontrar aliados entre sus amigos, familiares, otros profesores, etc.
¿Quién puede ayudarte a conseguir tu objetivo? ¿Cómo puede ayudarte?
11) Sé constante en el esfuerzo.
Los alumnos deben ser conscientes de que los objetivos no se logran sin esfuerzo. Fijarse pequeñas metas que ir alcanzando, así como tener en cuenta las posibles dificultades que puedan ir surgiendo, les ayudará a mantener el esfuerzo necesario. Recuerda que ir reconociendo sus avances también contribuirá a que no se den por vencidos tan fácilmente.
12) Y por último… diviértete mejorando.
Anímales a seguir creciendo. Utiliza tu creatividad para proporcionarles experiencias entretenidas y útiles que les ayuden a mejorar. Transmite tu entusiasmo. Diviértete enseñando y tus alumnos se divertirán aprendiendo.
¿Tienen ya su objetivo? Entonces… ¡a por la recta final!