Cómo fomentar el respeto a través del fútbol

El fútbol, como otros deportes, ofrece infinidad de oportunidades para que nuestros hijos desarrollen valores tan importantes a lo largo de su vida como es el del respeto.

El fútbol es un juego que se rige por una serie de normas, por lo que la práctica de este deporte implica el respeto hacia esas normas. Como adultos responsables debemos evitar el fomento de la picaresca, de las trampas, incluyendo el respeto a las decisiones de los árbitros, que también es una regla del juego.

Por otro lado, al tratarse de un deporte de equipo, debe fomentarse el respeto hacia los demás, como norma básica de convivencia. Hablamos, por tanto, del respeto hacia los compañeros de equipo, hacia el entrenador, hacia los rivales (ya sean jugadores o entrenadores), respeto al árbitro y, por supuesto, respeto al público, generalmente familiares y amigos de los jugadores.

Por último, no debe olvidarse la importancia de respetar los materiales y las instalaciones que sirven para la práctica deportiva, ya sean propias como ajenas. Y el respeto a la imagen del club, al escudo que se lleva en la camiseta y que, como jugadores, técnicos o seguidores, estamos representando.
Los jugadores deben entender que cuando realizan un comportamiento que implica una falta grave de respeto, no sólo se están poniendo en evidencia ellos individualmente sino que están poniendo en entredicho la imagen del club, afectando al resto de sus compañeros de equipo, a sus entrenadores e indirectamente al resto de equipos del club que representan.

Tanto padres como entrenadores debemos trabajar juntos para ayudar a nuestros niños y jóvenes a que desarrollen el valor del respeto como valor fundamental en su desarrollo no sólo deportivo sino como personas.

¿Qué pueden hacer los padres?

Algunas propuestas sencillas que pueden llevar a cabo los padres de los jugadores son:

– Aprovechar cualquier oportunidad, como los partidos que vean con sus hijos por televisión o en vivo, para llamar su atención sobre comportamientos que suponen una falta de respeto. Y estar muy atentos para no justificarlos nunca. Asimismo, estar atentos a comportamientos que demuestren respeto para resaltarlos como un valor importante.

– Hacer que su hijo/a llegue puntual a los entrenamientos y partidos.
– Dar ejemplo con su comportamiento:
o Cuidar su comportamiento en la grada.
o Evitar criticar al entrenador, al árbitro, a los compañeros de equipos o a rivales.
o Cuidar las instalaciones (no romper nada, no tirar basura,…)

– Cuando su hijo/a tenga un comportamiento que refleje respeto, reforzarlo. (Ej: Sé que estabas molesto porque el míster te ha cambiado pero me ha gustado mucho tu actitud en el banquillo animando a tus compañeros)

Servir de modelo y reforzar positivamente los comportamientos respetuosos serán las mejores armas para que nuestros hijos/as desarrollen este valor dentro y fuera del fútbol.

¿Qué pueden hacer los entrenadores?

– Al inicio de la temporada, establecer unas normas claras y sus consecuencias y comunicárselas a los jugadores. Estas normas deberán aplicarse durante toda la temporada, independientemente de que quien falte al respeto sea el mejor jugador del equipo o no.

– Dar ejemplo con su comportamiento:
o Llegar puntual a entrenamientos y partidos.
o Cuando realice correcciones a sus jugadores no gritarles ni ridiculizarles, no regañar.
o Cuidar sus gestos durante los partidos (Si un entrenador, porque meten un gol a su equipo le pega un puñetazo al banquillo, está dando pie a que sus jugadores hagan algo similar)
o Cuidar el material del club

– Aprovechar cualquier oportunidad, tanto en entrenamientos como partidos, para educar sobre la importancia del respeto, reforzar los comportamientos de respeto de sus jugadores y tomar medidas cuando se produzca alguna falta de respeto.

Además, tanto los entrenadores como los padres pueden fomentar algunas iniciativas conjuntas que den una mayor visibilidad a la importancia de estos valores, como llevar algún tipo de pancarta con algún lema en este sentido o hacer que los jugadores realicen algún gesto simbólico de respeto al inicio o al final de cada partido. Estas iniciativas son importantes porque posiblemente se verán reflejadas en los medios de comunicación, dándose así más relevancia a los valores en el fútbol.

Sin embargo, la educación en valores no se conseguirá únicamente con acciones puntuales sino que serán imprescindibles esas pequeñas acciones que día a día realicen tanto las familias como los técnicos resaltando la importancia del respeto en el desarrollo tanto deportivo como personal de los jugadores.

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