Por fin llegó el ansiado momento de las vacaciones de verano. Algunos ya las habrán disfrutado y otros estarán a punto de hacerlo. Sin duda, las vacaciones de verano proporcionan grandes beneficios a nuestra salud mental:
- Alejarse de la rutina diaria del trabajo o los estudios hará que se reduzca nuestro nivel de estrés. Cambiar de ambiente y realizar actividades diferentes permitirá que nuestra mente descanse.
- Las vacaciones proporcionan grandes oportunidades para mejorar y ampliar nuestras relaciones personales. Disfrutar de la compañía de nuestros seres queridos, compartiendo experiencias agradables, hará que nuestras relaciones mejoren.
- Realizar actividades interesantes y divertidas como visitar nuevos lugares, pasar tiempo con los amigos y familiares, practicar deportes al aire libre o simplemente relajarse, hará que nos sintamos más felices.
- El contacto con la naturaleza, las actividades al aire libre y el deporte tienen un efecto reparador en los niveles de ansiedad y depresión, mejorando así nuestro estado de ánimo.
- Al reducirse el estrés diario, muchas personas experimentan una mejora en la calidad del sueño, que es de gran importancia para nuestra salud mental.
- Las vacaciones nos permiten la oportunidad de emplear tiempo en la reflexión personal, ayudándonos así a establecer nuevos planes y objetivos.
Pero en ocasiones las vacaciones también pueden tener algunos efectos negativos:
- La misma falta de rutina puede hacer que alteremos nuestro de ritmo de sueño, de manera que la calidad del mismo empeore.
- Esta falta de rutina puede hacer también que tengamos la sensación de estar perdiendo el tiempo, o de no tener nada que hacer, lo que puede influir negativamente en nuestro estado de ánimo.
- Algunas personas pueden tener dificultad para desconectar del trabajo, revisando constantemente el móvil o el ordenador durante las vacaciones, lo que puede llegar a generar un agotamiento emocional.
- Las comparaciones de nuestras vacaciones con las maravillosas imágenes que aparecen en las redes sociales nos pueden generar sentimientos de malestar, insatisfacción o ansiedad.
Por tanto, debemos tener algunos aspectos en cuenta a la hora de afrontar nuestras vacaciones de verano:
- Establece una rutina flexible, con ciertas pautas de sueño, de alimentación, y que incluya tiempo para descansar y para realizar actividades gratificantes.
- Disfruta del tiempo con tus familiares y amigos, pero reserva también algunos momentos para disfrutar en soledad si lo necesitas.
- Desconecta del trabajo. Tu empresa podrá apañarse unos días sin ti. Y desconectar unos días te dará la energía necesaria para rendir en el trabajo a tu vuelta.
Y sobre todo…¡disfruta de tus vacaciones!¡Vive el momento!